Importancia del sueño

Descanso en la vejez 1

Escrito por Daniel Torregrosa García Dormimos para sobrevivir, y es que el sueño, de entre todas las necesidades básicas (aquellas que son imprescindibles para mantenernos vivos), es la segunda que más tiempo nos ocupa, ¿serías capaz de adivinar la primera?, ¡eso es!, respirar. Se estima que el organismo necesita para sobrevivir entre 4 ó 5 horas de sueño, no obstante, nuestro bienestar durante aquellas horas en las que pertenecemos despiertos dependerá del resto de horas que dormimos, estimando que el punto óptimo podría estar en una media de 8,3 horas (1).   Sin embargo, con la edad, aparecen las dificultades para mantener dichos niveles de sueño, viéndose alterado el patrón normal de sueño (insomnio). Algunas de las principales características son la dificultad para conciliar el sueño, interrupción constante del mismo, levantarse más temprano por las mañana, etc. estos factores provocan una sensación de “sueño ligero”. A lo largo del presente artículo vamos a tratar de describir cuales son los factores fundamentales que debemos controlar para mejorar la calidad del sueño, pero antes resolveremos la siguiente pregunta, ¿tan importante es dormir bien?.  

Calidad del sueño

Como ya hemos descrito, la calidad de tus horas despierto dependerá directamente de la calidad de tus horas durmiendo, pero si el bienestar en tu día a día no fuera suficiente argumento, vamos a consultar qué dice la ciencia sobre la importancia del sueño para la salud, y es que ya en 1994, en un artículo científico publicado por Lemos (1), donde desarrolló su investigación en un grupo de edad de entre 60-69 años, obtuvo las siguientes conclusiones:

  • El riesgo de muerte se reduce cuando:
    • Mayor es el ejercicio físico.
    • Menor es el consumo de tabaco y alcohol.
    • El peso corporal es mantenido cerca del promedio del grupo de población.
  • En cuanto a los patrones de sueño realizó la siguiente afirmación.
    • Las menores tasas de muerte correspondieron a aquellas personas que durante el transcurso del estudio durmieron entre 7 y 8 horas diarias, incrementándose el riesgo de muerte en aquellos sujetos que estaban por debajo de este nivel.

Por ello, una vez descrita la importancia del descanso diario para el mantenimiento de una salud óptima, será conveniente describir aquellas variables que pueden ser controladas por nosotros mismos y nos van a permitir optimizar y mejorar tanto la cantidad como la calidad del sueño, dichas variables las vamos a combinar en dos apartados diferentes que, combinados entre sí, nos ofrecerán la clave para un sueño de calidad.   Enlace a la segunda parte del artículo